Un ciudadano británico de 43 años que vive en Queensland, Australia, ha tenido su visa cancelada y enfrenta la deportación después de ser acusado de exhibir símbolos nazis en las redes sociales. El hombre fue arrestado y acusado a principios de este mes por presuntamente publicar la esvástica nazi, promover la ideología pro-nazi y llamar a la violencia hacia la comunidad judía.

Según las autoridades australianas, el hombre fue llevado a un centro de detención migratoria en Brisbane esta semana y deberá presentarse ante el tribunal en enero. La Policía Federal Australiana ha estado tomando medidas enérgicas contra el uso de símbolos prohibidos en medio de un reciente aumento del antisemitismo y el extremismo de derecha.

El ministro de Asuntos Internos, Tony Burke, declaró: "Vino aquí a odiar - no puede quedarse". Burke enfatizó que las personas que llegan a Australia con una visa son invitados y deben cumplir con las leyes y valores del país. Esto no es el primer caso de revocación de visa debido a actividades extremistas; el mes pasado, Burke revocó la visa de Matthew Gruter, un ciudadano sudafricano, después de que fue visto asistiendo a un mitin neonazi frente al parlamento de Nueva Gales del Sur.

El aumento del antisemitismo y el extremismo de derecha ha generado preocupación a nivel global, con muchos países aumentando sus esfuerzos para combatir el discurso de odio y las ideologías extremistas. La postura del gobierno australiano sobre la deportación de individuos que promueven el odio y la violencia se alinea con los esfuerzos internacionales para promover la tolerancia y la inclusión.

El caso de deportación del ciudadano británico se desarrollará en las próximas semanas, con su comparecencia en el tribunal programada para enero. El incidente destaca la importancia de la vigilancia en la lucha contra el discurso de odio y el extremismo, tanto a nivel nacional como internacional.