Fuerzas de EE. UU. detuvieron un segundo buque mercante frente a la costa de Venezuela el sábado, según dos funcionarios estadounidenses familiarizados con el asunto. Los funcionarios, que no estaban autorizados a discutir la operación públicamente y hablaron bajo condición de anonimato, confirmaron que la acción fue un "abordaje consentido", con el tanquero deteniéndose voluntariamente y permitiendo que las fuerzas de EE. UU. inspeccionaran su carga.
El incidente ocurrió apenas días después de que el presidente Donald Trump anunciara un "bloqueo" de todos los tanqueros de petróleo sancionados que entraban y salían de Venezuela, un movimiento que ha sido recibido con fuerte oposición por parte del gobierno venezolano. El 10 de diciembre, las fuerzas de EE. UU. habían incautado un tanquero de petróleo frente a la costa de Venezuela, un movimiento que se consideró un importante escalado de la campaña de presión de EE. UU. contra el presidente venezolano Nicolás Maduro.
El gobierno venezolano ha condenado el movimiento de Trump para bloquear los tanqueros como una "amenaza ultrajante" a la soberanía del país. En un comunicado, el gobierno de Maduro describió el bloqueo como un "acto de agresión claro" destinado a estrangular la economía venezolana.
El movimiento de EE. UU. es parte de un esfuerzo más amplio para presionar al gobierno de Maduro a renunciar y permitir una transición a un nuevo gobierno democráticamente electo. EE. UU. ha impuesto una serie de sanciones a Venezuela, incluyendo restricciones a las exportaciones de petróleo del país, en un esfuerzo por debilitar el control de Maduro sobre el poder.
Los funcionarios de EE. UU. que confirmaron el último incidente dijeron que el buque en cuestión fue detenido frente a la costa de Venezuela y se le permitió continuar su viaje después de que las fuerzas de EE. UU. inspeccionaran su carga. Los funcionarios no proporcionaron más detalles sobre la naturaleza de la carga o la identidad del buque.
El incidente ha desencadenado un debate acalorado sobre el papel de EE. UU. en los asuntos internos de Venezuela. Algunos han argumentado que EE. UU. tiene la responsabilidad de intervenir para proteger al pueblo venezolano del régimen autoritario de Maduro, mientras que otros han criticado a EE. UU. por exceder sus límites y interferir en los asuntos internos del país.
La situación sigue siendo fluida, con EE. UU. y Venezuela involucrados en un juego de alto riesgo de presión diplomática y económica. EE. UU. ha prometido continuar su campaña de presión contra el gobierno de Maduro, mientras que Venezuela ha prometido resistir los esfuerzos de EE. UU. y mantener su soberanía.
A medida que la situación sigue desarrollándose, la comunidad internacional está observando de cerca para ver cómo EE. UU. y Venezuela resolverán sus diferencias. El incidente ha planteado preguntas sobre los límites del poder de EE. UU. y el papel de la comunidad internacional en la resolución de conflictos en otros países.
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