La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) anunció planes para reducir los estándares de eficiencia de combustible para los automóviles, una medida que permitiría que los vehículos funcionen a 34,5 millas por galón (14,7 km por litro) en comparación con el estándar actual de 50 millas por galón (21 km por litro). El cambio propuesto reduciría los estándares de combustible en más de 15 millas por galón, una decisión que ha generado debate entre expertos y grupos ambientales.

Según la EPA, los nuevos estándares harían que los automóviles sean más asequibles para los estadounidenses y les darían la libertad de elegir vehículos más grandes. Sin embargo, los expertos dicen que la idea de que este cambio ahorrará dinero a los conductores estadounidenses es altamente especulativa. "La noción de que este cambio ahorrará dinero a los conductores no está respaldada por los datos", dijo un portavoz de la Unión de Científicos Preocupados. "En realidad, este cambio probablemente llevará a aumentos en los costos de combustible y mayores emisiones".

El cambio propuesto en la política también ha sido criticado por desperdiciar los años y miles de millones de dólares invertidos en automóviles más limpios, incluidos los vehículos eléctricos (VE). "Esta decisión es un paso hacia atrás para la industria automotriz estadounidense y socavará el progreso que hemos logrado en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero", dijo un representante del Sierra Club. "Instamos a la administración a reconsiderar esta decisión y priorizar un futuro de transporte más limpio y sostenible".

El cambio propuesto en los estándares de eficiencia de combustible es parte de un esfuerzo más amplio de la administración Trump para relajar las regulaciones ambientales. En los últimos meses, la administración ha anunciado planes para relajar las reglas que rigen las emisiones de las centrales eléctricas y para facilitar las restricciones sobre la perforación de petróleo y gas. Los críticos argumentan que estos cambios tendrán impactos ambientales y de salud significativos, mientras que los partidarios dicen que impulsarán el crecimiento económico y crearán empleos.

El cambio propuesto en los estándares de eficiencia de combustible está actualmente en revisión por la EPA y se espera que se finalice en los próximos meses. Se espera que los grupos ambientales y las partes interesadas de la industria sigan participando en el tema, y queda por ver cómo se recibirá la regla final.